Casey Putsch, una especie de genio de la restauración de autos, desplegó todos sus recursos técnicos al servicio de su fanatismo y creó la primera réplica del Batimóvil de 1989 propulsado como Dios Batman manda: con un motor de turboeje.
Putsch tomó la turbina Boeing de un helicóptero no tripulado de la Marina para dejar atrás a los falsos fanáticos que replicaron el vehículo aparecido en las películas Batman y Batman Returns, de Tim Burton, con motores normales. Y no tiene problemas en refregarles que él es el primero único con tal auto en todo el mundo.
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